Abajo. Una calle empedrada.
Pinturas a cera , dibujos difuminados .
Tus pies.. Caminan uno tras otro, los cordones de tus zapatillas se rozan: derecha hacia adentro, izquierda hacia adentro. Aceras, llenas de pies de zapatos y cordones.
Ritmo. A veces lento a veces rápido, pero nunca estático.
Pisadas que se suceden a ras del suelo . Huellas distintas, destinos, preguntas.
Paisaje-contexto: restos de la anatomía de un papel, tickes del bus, colillas de dependencias ajenas, chicles mascados por pensamientos vedados, hojas pisadas por pesos de almas y paseos y prisas.
Resultado: partículas. Tú , el otro. Dependencias, pensamientos, prisas, preguntas .
Historias a pie de acera. Caminos, pies con y sin cordones, ocurrencias de tránsito en la ciudad.
Arriba, sobre los pies : el ruido de la urbe, miradas estridentes de incomunicación.
Pitidos, bocinas , timbres, gritos, alarmas, sirenas, aullidos de persianas.
Velocidad, insensatez, absurdo.Vueltas a la plaza, espirales distorsionadas.
Bolsas de plástico. Números.
Llamadas. Desfile de la anomia ciudadana.
Rostros sin expresión, figuras con solo el molde del rostro.
Inagen: Anke Merzbach.
Máquinas, soldados de la semana, esclavos del péndulo.
Campanas, granos de arena, espacios de sombra,cantos de aves, segunderos digitales.
Más arriba. Polvo mezclado con aire, tras el aire la ingravidez, tras la ingravidez, la idea, tras la idea las palabras, tras las palabras una calle empedrada y pisadas desdibujando su suciedad.
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El desván de las letras parias 